¡Mis seguidoras!

lunes, 2 de abril de 2012

Martes, 15 de septiembre

Hoy empecé el curso. Me llevó papá, y allí se encontró con su amigo y Carla. Papá me dio un beso de despedida y se marchó. Allí nos quedamos, Carla y yo, mirándonos, hasta que aparecieron sus amigas y se la llevaron. Allí me quedé sola, sin saber que hacer, hasta que sonó por megafonía:
-Los alumnos del primer curso que entren por la puerta principal, por favor.
Una marea de gente se dirigió hacia la puerta que indicó la mujer. A continuación anunció:
-Y los de segundo, por favor, que vayan a la sala de vídeo.
Me tocaba. También a Carla y a sus amigas. Las seguí para no perderme y me senté una fila detrás de ellas. A mi lado se puso una niña, esquelética, con un vestido azul de flores, y me saludó. Yo le devolví el saludo con una sonrisa forzada. Entonces, salieron dos profesores delante de los alumnos y la mujer, empezó a hablar:
-Hola chicos y bienvenidos. Mi nombre es María y soy una de las tutoras. Os voy a explicar lo que haremos en este curso...- y dio un discurso de unos quince minutos. Así que esa era mi profesora, según dijo la directora. No se sabía.
Cuando María acabó de hablar, sonó un aplauso forzado, sin ganas, y habló el hombre:
-Bien chicos, yo soy Fernando y soy otro de los tutores. Bien, por si no lo sabíais, cada año os mezclamos, y este no va a ser menos. Bien, iremos diciendo los nombres de cada clase. Cuando oigáis el vuestro, venid aquí y poneos detrás del tutor que os corresponde. Empecemos: para la clase de 2ºA, la tutora será Mónica. Los alumnos de esta clase serán: Antonio Martínez, Claudia Aguirre, Martín Pérez...- fue diciendo. Y cuando acabó esa clase, fue a decir la siguiente. Era la clase de María. Salieron bastantes nombres, el de Carla entre ellos, hasta que me llamaron a mí.
Me levanté, fui por el pasillo lo más rápido posible hasta llegar al grupo y colocarme. Siguió diciendo más nombres hasta que dijo uno que me llamó la atención: Mateo Fernández. Un chico rubio salió de la última fila y se encaminó hacia el grupo en el que estaba yo. ¡No me lo podía creer! ¡Era el chico del autobús! Casi me dio algo. Se colocó dos filas detrás de mí, y Carla, que estaba delante de mí, se giró y le miró. Parecía que le gustaba. Cuando acabaron de anunciar las clases y los tutores, nos condujeron a cada uno a su aula. Al llegar, María nos dijo que escogiéramos un sitio. Yo me senté en la tercera fila, y Mateo detrás de mí. Casi me da algo. El resto del día lo pasamos en clase hasta la hora de marcharnos. Yo cogí mi mochila y me fui a la parada del autobús. Mateo también estaba allí, y cuando llegó el autobús que me correspondía, subí y me agarré a una barra. Detrás fue Mateo y se sentó con un amigo un poco más atrás. Al volver a casa, me tumbé en la cama antes de ir a comer, Mateo, así que ese era su nombre. No sé, pero me había enamorado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por comentar y decirme que te ha parecido la entrada. ¡Gracias y besos!