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lunes, 2 de abril de 2012

Domingo, 13 de septiembre

Mi madre se ha vuelto loca con el dichoso instituto. Ayer me llevó de compras con ella para ir "toda guapa", como dijo ella. Estuvimos en siete tiendas hasta que se hizo tarde y fuimos a coger los libros que teníamos encargados. Mientras volvíamos, pasamos por delante del instituto. Parecía tan increíble como la primera vez que lo vi. Había un chico en la puerta, un chico que tenía más o menos mi edad. Cuando el autobús paró delante del instituto, pues había una parada, el chico levantó la cabeza y subió. Su cara parecía la de un ángel. Era rubio, y tenía un flequillo larguísimo que casi no dejaba ver sus ojos color caramelo. Después de pagarle al conductor, levantó la mirada y busco un sitio donde sentarse. Cuando miraba, noté que me miró. Se acercó al final del autobús para sentarse, y pasó a mi lado. Noté su perfume y se sentó justo detrás de mí. Estuve todo el camino intentando no hablar con mi madre ni hacer algún movimiento que me dejara quedar mal.
Llegamos a nuestro destino y bajamos del autobús. Nos encaminamos a nuestra casa y al llegar, mi madre corrió a enseñarle a mi padre todo lo que compramos. Yo subí a mi habitación y me tumbé en la cama. Saqué el ordenador. No paraba de pensar en ese chico que vi en el autobús. Puede que fuera del instituto. Y a lo mejor era de mi clase. Quién sabe. El mundo es muy pequeño. Puedes encontrar a una persona que no te esperas en el lugar más inesperado. Me conecté al correo y encontré a Claudia conectada. Empezamos a hablar y le conté lo del chico. Ella me dijo que podía ser verdad eso de que podía ir a mi instituto, ya que estaba esperando allí. Seguimos hablando de si podía ser o no, hasta que Claudia me dijo: "Por cierto, mi madre me dijo que podemos quedar este fin de semana en el cine. Sé que eso del instituto nuevo es un coñazo". Como no, le dije que sí y afronté mejor esto del nuevo instituto.
Hoy por la mañana preparé todos los libros y los cuadernos. Metí los lápices y los bolígrafos en el estuche y puse la ropa de mañana en la butaca. Ya estaba preparada para ir al nuevo instituto. Puede que de material, ¿pero yo?

1 comentario:

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