¡Mis seguidoras!

viernes, 27 de abril de 2012

¡Nuevo!

Hola chicas. Hoy quería traer una cosa nueva :) Voy a ir publicando cada semana una recopilación de canciones que me gustan, o que tengan algún significado para mí. Iré poniendo como título de entrada la palabra "Canción" y el número de ella en mi recopilatorio. Espero que os guste lo que voy a hacer :D
Hoy publicaré la canción #1, que es "Hangover", de Taio Cruz. Escogí esta canción porque aparte de que me encanta, la voy a bailar este año con mis amigas en un concurso del colegio. Aquí dejo el vídeo:

domingo, 22 de abril de 2012

"Dices"

"Dices que soy imperfecta
que tu eres mi dueño
que ando de inmadura todo el tiempo.
Dices que hablo cosas tontas
que no te merezco.
¿Quién te crees que eres?
Dime quién".
"Yo me siento así
bella y auténtica.
No seré por ti
una flor de metal
no, no".
"Te pido por favor
que no me quieras controlar.
Entrégame tu amor
sin condiciones nada más".
"Por ti me olvidé
de quién yo era en realidad.
Contigo me quedé
como un diamante sin brillar.
No quiero ser así
espejo de tu vanidad.
Prefiero ser de mí
sin nada que temer, nada que cambiar".

¡¡¡400 visitas!!!

¡¡Sí!! ¡¡Por fin!! ¡¡¡400 visitas!!! Me siento genial, cuando creé el blog, nunca creí que llegaría a este número en tan poco tiempo, ni tampoco que conseguiría tantas seguidoras en tan poco tiempo ;D . No tengo palabras para describir la alegría que sentí cuando encendí el ordenador y fui hasta mi escritorio de Blogger. ¡¡400!! Es increíble.
Quisiera agradecérselo a todas mis seguidoras y a todas las personas que me siguen de forma anónima. Os lo agradezco de corazón. ¡Os quiero!
Muchísimos besos
Marta.
¡Gracias! ¡Muchísimas gracias!



sábado, 21 de abril de 2012

Frases de Amistad

Un amigo es el que cuando te ve llorando dice: "¿A quién matamos?".
Un amigo no es el que solo ríe mis risas, sino que también llora mis lágrimas.
Un amigo es el que te levanta cuando los demás no saben que te has caído.
La amistad no es esperar a que alguien te quiera, es querer y luego esperar.
Los amigos son como las estrellas, a veces no los ves, pero siempre están ahí.
La amistad abre horizontes.
Amigo no es el que dice "estoy aquí para lo que necesites", es el que lo dice en serio.
La amistad es un gran tesoro, el mayor de los regalos.
Un amigo es el que está conmigo en las buenas, pero también en las malas.
Un día el amor le preguntó a la amistad: "¿Para que existes si ya existo yo?". Y esta le responde: "Para dejar una sonrisa donde tú dejaste una lágrima".
Cuando sientas soledad, recuerda que tu amigo estará ahí siempre.
La amistad no se agradece, se corresponde.
Los verdaderos amigos se lastiman con la verdad para no destruírse con la mentira.
Un amigo de verdad es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.
Amigas son aquellas que te quieren sin importan lo que dicen los demás.

sábado, 14 de abril de 2012

Domingo, 25 de septiembre

Ayer fue el día en que llevé a cabo mi plan de perseguir a Carla y a Mateo en su cita (para observarlos, no espiar). A las cinco y media me dirigí hacia el cine camuflada con ropa diferente a la que suelo llevar yo. Me puse una falda rosa con volantes y una blusa rosa. De calzado una bailarinas azul marino, y me hice dos trenzas en el pelo. Tenía mucho maquillaje y gafas de sol. También llevaba un sombrero. Vamos, irreconocible.
Al llegar allá fui hasta el cine y compré una entrada para Amanecer. Me quedé esperando en la puerta a que llegaran Carla y Mateo. Llegaron a los quince minutos, y cogieron las entradas. Luego fueron a por unas palomitas, y entraron. Yo hice lo mismo y entré. Bajé las escaleras, le di mi entrada al acomodador y me llevó hasta mi butaca. Estaba justo detrás de la de Carla, y a la derecha de Carla, Mateo. La película empezó y se apagaron las luces. Durante toda la película, Mateo estuvo mirando de reojo a Carla, que parecía disfrutar de lo lindo.
La película duró unas dos horas, y todos salimos a fuera. Carla y Mateo iban de la mano, y hablaban y reían. Salieron y Mateo la puso a Carla el brazo sobre el hombro, y fue bajando la mano... Carla lo miró y sonrió. Me acerqué e hice que me senté en un banco a descansar, pero lo que hice fue mirarlos y escucharlos. 
-Me lo estoy pasando muy bien-le dijo Carla a Mateo.
-¿Si?-dijo Mateo. Continuaba con la mano donde la tenía.
-¿Me quieres?-le preguntó Carla.
-Claro-Mateo sonrió-. ¿No se nota?
-Claro que sí.
Entonces Mateo empujó a Carla suavemente con la mano con la que tocaba a Carla y se dirigieron a la hamburguesería. Entraron y to detrás. Me puse detrás de ellos en la cola y cogí una hamburguesa. Luego fueron arriba, ya que siempre hay menos gente, y yo fui detrás. Cogí la mesa de al lado. Carla se sentó al lado de Mateo y empezaron de nuevo a hablar. De repente pararon y miraron hacia una mesa donde había una pareja besándose.
-Que bonito...-comentó Carla.
-¿Sí?
-Sí.
-Ven aquí-Mateo se levantó y Carla fue tras él. 
Se quedaron los dos, uno enfrente de otro. Mateo volvió a poner su mano en el trasero de Carla, la giró, la echó hacia un lado y sujetándola, la besó. Sí, la besó. Carla se sujetaba en el cuello de Mateo y estuvieron así unos ocho segundos. Mateo soltó a Carla y la volvió a colocar delante de él.
-Que bonito-volvió a decir Carla.
-Pero ahora fue tuyo-le dijo Mateo.
Carla sonrió y dijo:
-¿Repetimos?
-Con mucho gusto.
Volvió a pasar lo de antes, solo que Carla disfrutaba aún más. Luego volvieron a sentarse y cenaron. A veces se daban picos, pero no como antes. Acabaron y dejaron sus cosas a un lado. Se levantaron, y Mateo cogió a Carla en brazos. Carla no se lo esperaba, se agarró fuertemente al cuello de Mateo y chilló un poquito. Salieron así por la puerta de atrás y Mateo llevó a Carla hasta el coche. La sentó y luego se sentó él en el asiento del conductor. Se miraron y se besaron otra vez. Y luego se marcharon.
Yo me quedé ahí, todavía asimilando lo que acababa de ver. Ya estaba, los dos se querían y estaban saliendo, todo de verdad. Mi prima pasó a recogerme y volvimos a casa. Llegué y me tumbé en la cama. Oh no... Se habían besado, tres veces, sin contar los seis picos...
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Hola chicas, espero que os haya gustado este capítulo. Por favor, dejad vuestros comentarios, quiero saber que opináis de mi novela ;D y si me queréis dar consejos, yo los acepto encantada :D

domingo, 8 de abril de 2012

Miércoles, 23 de septiembre

Carla y Mateo llevan saliendo dos días. Están siempre juntos, y cuando en el recreo quedan solo cinco minutos, Carla viene y me cuenta que tal le fue con Mateo. Todavía no se han besado. Manos mal. Aunque se ve que se gustan. Mateo se sienta en un banco y Carla se sienta en sus piernas, y Mateo la sujeta y la mira. Creo que el beso llegará el sábado en el cine. Y lo de mi escusa para mi madre, me va a ayudar mi prima, un año mayor que yo. Ella quiere salir con su novio y que sus padres no lo sepan, y yo quiero ver(no espiar, eso no) a Carla y a Mateo. Así que vamos a decir que vamos a ir juntas, vamos a ir las dos al centro comercial y luego cada una a su lado. Y cuando acabe el día nos juntamos y volvemos juntas a casa.
Pero Carla y Mateo son el único tema de conversación estos días en mi instituto. Según dicen las chicas de mi clase, ahora Carla es la segunda más popular del curso tras enterarse todo el mundo de su relación con Mateo. Dicen que para ser la más popular tiene que besarse con Mateo en público. De hecho, hoy Carla habló conmigo de esto:
-¿Sabes? La gente me presiona con que bese a Mateo en público-me dijo.
-¿Ah, sí?-yo intento parecer interesada y contenta por Carla.
-Sí, pero yo prefiero que primero lo hagamos en privado, me da más confianza. Después ya veremos en público.
-Dice la gente que eres la segunda más popular por salir con Mateo, y que para ser la más tienes que besarlo en público-le dije.
-¿La segunda más popular?-se sorprendió- No me lo creo.
-Que sí, mujer-le dije yo-. ¿Y a que hora quedaréis?
-Veo que te interesa-me dijo sonriendo. Se mordió un poco el labio-. Quedaremos a las seis en el cine del centro comercial, el único de la ciudad, vamos, y luego, cuando acabe la película, vamos al McDonald´s.
Sonreí. Durante el resto del día estuve pensando en ellos. ¿Que harán? Tendré que esperar al sábado por la tarde.
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Hola chicas. Perdón si este capítulo es un poco corto, pero ya veréis el siguiente ;)

Lunes, 21 de septiembre

Todavía lo tengo en la cabeza... Mateo y ¿Carla? Me muero. Hoy en el instituto llegué un poco traumatizada a Matemáticas. Nada más llegar, encontré a Mateo esperándome en su sitio detrás  de mí.
-¿Has hablado con Carla?
-No, todavía no-respondí, sorprendida del interés de Mateo-. No tuve tiempo, acabo de llegar.
.Ah, vale. Habla con ella en el recreo, ¿vale?-me dijo.
-Vale.
Jolín, que ansia. Todavía me estaba recuperando del trauma de lo que me dijo ayer y ya me estaba dando la vara con que hablara con Carla. ¿Pero que le veía a Carla? No digo que debería venir conmigo, ni mucho menos, solo que las hay más guapas en clase. Carla tiene una larga melena negra y ojos marrones, y su cara es redonda. Yo soy castaña, de ojos verdes y mi cara es ligeramente ovalada. Después en clase también las hay guapas. Durante toda la clase estuve haciéndome en lío sobre qué era lo que Mateo veía en Carla, tanto que me costó una bronca del profesor.
En el recreo estaba nerviosa, no sería capaz de hablar con Carla. Vi a Mateo mirándome ansioso, casi me derretí, no era capaz de decepcionarle. Me dirigí hacia Carla, y ella me sonrió. Le pedí hablar en privado un segundo. Me miró de forma rara y vino conmigo.
-Bueno...-empecé-. ¡Cuánta gente eh! 
Carla me miró otra vez de forma rara.
-Pareces nerviosa... ¿estás bien?-me preguntó.
-Sí, perfectamente-respondí-. ¡Mira, ahí va Mateo! ¿Es guapo, eh?
Sí, había empezado bien, no parecía que a Mateo le gustaba Carla y viceversa.
-Ya veo por donde vas...-me dijo-. Sí, ¿verdad? Oye, te voy a confesar una cosa- tragó saliva y carraspeó. Oh no, me iba a dar la noticia que tanto me temía-, me gusta Mateo.
-¿Sí? ¡No lo sabía!-intenté parecer sorprendida-. He... He... He oído que... Que... Le...-tragué saliva-. Le gustas.
-¿Sí?-pareció realmente contenta y sorprendida- ¿Quien te lo dijo?
-Se lo oí decir a sus amigos el otro día-mentí. Si le decía que me lo contó a mí el propio Mateo...
-Pues le voy a pedir salir-no me dio un infarto de milagro-. ¿Estoy bien?-se giró y se dio la vuelta.
Yo asentí con una falsa sonrisa.
-Pues ahí voy-dijo sonriendo-. Estoy nerviosa. Deséame suerte.
-Suerte.
Carla empezó a andar hacia donde estaban Mateo y sus amigos. Cuando llegó, vi que Mateo miraba hacia donde estaba yo y me sonreía. Vi que Carla le decía algo a Mateo, que se levantaba e iba con ella a una esquina. Empezaron a hablar. Ella parecía nerviosa. Le acariciaba el pelo y hablaba. Mateo se dejaba. Mala señal. Estuvieron así dos o tres minutos hasta que Carla volvió con una sonrisa enorme y me abrazó.
-¡Estamos saliendo! ¡Estoy saliendo con Mateo!-parecía muy contenta- ¡Hemos quedado el sábado en el cine! ¡Vamos a ver Amanecer juntos! ¡Y luego vamos al McDonald´s a tomar algo! Espero que me dé mi primer beso, y largo no pico.
Casi me desmayo.
-O que me lo dé esta semana, antes del cine-siguió-. ¡Estoy contenta! ¡Te quiero mucho! ¡Gracias por decírmelo! ¡Soy muy feliz!
Al acabar las clases llamé a mi madre y le dije que llegaría tarde a casa porque el autobús se había averiado. Era una mentira como una catedral. En realidad iba a seguir a Carla y a Mateo, a ver que hacían. Los dos salieron juntos, de la mano. Todos les miraban y les preguntaban que desde cuando y todo ese rollo de cuando dos empiezan a salir. Se fueron juntos por el parque. Mateo hablaba y Carla se reía. Al final llegaron a casa de Carla. Suerte que no se besaron al despedirse. Se abrazaron. 
Al llegar a casa saludé a mi madre. Me tuve que inventar un montón de cosas antes de que me dejara en paz. Subí a mi habitación. Respiré hondo. ¡¿Mateo y Carla saliendo?! Voy a seguirlos este sábado, a ver que hacen. Ahora lo que tengo es que pensar escusas para mi madre. ¿Como acabará esto? No sé...

miércoles, 4 de abril de 2012

Domingo, 20 de septiembre

¡Que horror! He pasado una semana para olvidar. Ayer fui al cine con Claudia, y después fuimos a tomar una hamburguesa. Hablamos de todo. Ella me contó que tal todo por mi antiguo colegio y yo le conté todo lo del mío. Y también lo de Mateo. ¡Que contenta se puso por mí cuando se lo conté! Es muy rara (en el buen sentido, claro). Claudia es una experta en chicos, y me dio consejos para conseguir a Mateo. Yo le dije que no me los dijera, pero hace lo que quiere y cuando quiere. Eso es lo que me gusta de ella, que hace las cosas sin miedo a ser criticada. Me dio consejos muy raros, como "pregúntale si tiene novia" o sabe Dios qué cosas.
Llegué a casa muy tarde y papá y mamá habían salido a una cena de negocios, y dejaron a la abuela en casa con mi hermano. En cuanto entré, la abuela corrió a saludarme.
-¡Martita! ¡Ya llegaste! ¡Tienes que llegar más temprano! ¡Estaba preocupada!
Con mi abuela, aunque llegues un segundo tarde, te arma el Cristo. Lo bueno de la abuela es que sus postres son deliciosos. Ayer nos hizo un flan para chuparse los dedos. Mis padres llegaron cerca de las 11 de la noche y mi abuela se marchó. 
Hoy tuve que hacer un trabajo para el instituto de "Tu receta favorita en inglés". Tuve que buscar una receta y traducirla, y aún por encima, hacer muestras. Que horror. Ya sé que lo debería haber hecho ayer, pero fui con Claudia y llegué muy tarde. Cuando acabé, saqué el ordenador, lo encendí, y me conecté a Internet a visitar blogs de chicas que me gustan mucho. También fui a YouTube a ver algunos vídeos de mis cantantes favoritos. Así maté la mayor parte de la tarde, hasta que a las 6 o por ahí, llamaron al timbre de mi casa. Fui corriendo a abrir, y cuando lo hice, me llevé una gran sorpresa. ¡Allí estaba Mateo, esperando en la puerta de mi casa! ¿Pero, a qué? Desde luego a mí no.
-Hola- saludé yo intentando no parecer sorprendida-. ¿Que haces aquí?
-Pues mira, venía a buscarte a ti. Te necesito. ¿Vienes un momento?- me preguntó.
-Pues... Espera un momento- respondí yo. Fui hasta la cocina y le pregunté a mi madre:- Mamá, ¿puedo salir un momento? Es solo un momento.
-Vale, pero no tardes- me respondió.
Salí corriendo y me fui con Mateo.  Estuvimos un rato callados, hasta que me dijo:
-Oye, ¿tú crees que le gusto a Carla?
¡¡¡¿¿¿QUE???!!! ¡¡¿¿CARLA??!! ¡¡¿¿LE GUSTA??!! Me llevé una desilusión enorme. ¿Carla? No me lo podía creer. ¿Ella? Imposible. Pero me estaba preguntando por ella. Socorro.
-Pues mira, casi nunca me habla de ti- intenté convencerle de eso. Era verdad, aunque se veía a kilómetros que a Carla SÍ le gustaba Mateo.
-¿Ah, no? ¿Me ayudarías a convencerla de que salga conmigo? Es que me he enamorado- me dijo él. Casi me da un infarto allí mismo.
-Sí, te ayudaré- dije yo con una sonrisa forzada, intentando parecer natural-. Lo intentaré.
-¡Gracias! ¡Mil gracias!
Se despidió de mí y se marchó. Allí me quedé yo, parada, sin decir nada. Estaba destrozada. Tan enamorada que estaba yo, y va y me dice que le gusta Carla. Me fui a casa y lloré. Lloré por primera vez esa semana.

martes, 3 de abril de 2012

Viernes, 18 de septiembre

Hoy fui con Mateo a la clase del profesor de Matemáticas en el recreo para decirle nuestra decisión sobre lo del equipo. En mi cabeza seguía la conversación del día anterior con Carla. ¿Por qué me diría eso? No sé... Mientras nos dirigíamos hacia la clase del profesor, Mateo me dijo:
-¿Tú crees que colará?
-No lo sé. Esperemos que sí- respondí.
Cuando llegamos, llamamos a la puerta y pasamos. Dentro estaba el profesor, sentado en su mesa, corrigiendo unos ejercicios. Al vernos entrar, miró para nosotros, y con una sonrisa dijo:
-¡Hombre chicos! ¿Habéis decidido si queréis estar en el equipo?
Mateo y yo nos quedamos callados, hasta que hablé yo:
-Profesor, yo no puedo, lo siento. Necesito mucho tiempo para estudiar, quiero sacar bien este curso.
-Sí, y yo. Yo voy mal en algunas asignaturas y quiero que me vayan bien- dijo Mateo.
-Bueno, lo siento. Si por alguna razón queréis entrar, solo tenéis que avisarme y yo me encargaré de eso, ¿vale?- respondió el profesor un tanto decepcionado- Pero que sepáis que estáis desperdiciando un gran talento para las Matemáticas.
Mateo y yo nos marchamos. Ya pensamos que no iba a salir bien.
Bajamos al recreo y allí me encontré con Carla. Le conté que casi no cuela, y le cambió la cara, para mal. Sigo pensando que le molesta que yo hable tanto con Mateo. La verdad es que ni yo me lo creo. ¿Por qué me iba a querer a mí un chico como él? Tiene a todas las chicas detrás de él, tiene éxito en la vida. Si yo fuera él, no vendría conmigo, soy un desastre.
En casa, mamá está emocionada conmigo. Dice que está encantada de que no me queje de volver a empezar. Si quiere que me queje, me quejo ahora. Y papá dice que Carla habla muy bien de mí en casa y que su padre está encantado. Vaya. ¿Por qué todos mirarán solo el lado positivo y pasan de lo negativo? ¿Por qué no se molestan en preguntarme si estoy bien? Desde luego, esto de ser adolescente es un rollo.
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Perdón si el episodio de hoy ha sido un poco corto, pero ya veréis lo siguiente ;)

Mis fotos preferidas

Hola. Hoy os traigo mis fotos favoritas y además, explicaré por qué me gustan:
Todas nos sentimos muy identificadas con esta. ¿Nunca os ha pasado que tenéis un amigo y sin daros cuenta os vais enamorando de él? A mí me pasó con mi mejor amigo cuando tenía 10 años. Todavía lo recuerdo.
Esta palabra la conocemos todos: amor. Es lo más bonito del mundo y como dije arriba, llega sin que te des cuenta.
"Sonríe; vale la pena ser feliz". Esto lo sabemos todos, con una sonrisa puedes arreglar todo. Si eres feliz, la gente a tu alrededor también.
"Después de todo yo sí te quiero... Y tú solo dejaste un hueco en mi corazón". También es una frase con la que nos sentimos identificadas. Tú quieres a una persona pero ella a ti no. Es muy duro. Todas hemos vivido algún desamor en algún momento de nuestra vida. Pero lo mejor es que sabes que va a haber más.
"Los verdaderos amigos se lastiman con la verdad para no destruirse con la mentira". Así es como debería ser una buena amiga. A todas nos han lastimado con la verdad y nos han destruido con la mentira. Son cosas que pasan y hay que saber afrontarlas.
La frase más bonita que podemos escuchar. Todas hemos soñado con que aparezca nuestro chico y nos diga estas tres palabras. Cada una a su manera, cada una en el idioma que quiera, pero lo más bonito es que todas significan lo mismo.
"Te amo". Lo mismo que "te quiero" solo que con más intensidad. Si te dicen esto, es que te quieren de verdad, y si tú lo dices, es que quieres de verdad.
Espero que os hayan gustado las fotos y que compartáis las razones conmigo. 
Pronto publicaré más novela ;) .

lunes, 2 de abril de 2012

Jueves, 17 de septiembre

Ya empezamos a dar clases normales en el instituto. Tengo muchos profesores nuevos y por ahora les caigo bien. Y Mateo... siempre está hablando con sus amigos, cuchicheando, no sé de qué. En los recreos voy a hablar con Carla, es muy simpática, pero sus amigas no. Son unas repelentes, cuando Carla no está, vienen y se meten conmigo. Me dicen que soy vulgar y que no entienden como le caigo bien a Carla. En serio, me ponen de los nervios. Cuando me toca estar con ellas, desvío la vista hacia donde está Mateo con sus amigos. Siempre están o haciendo el tonto o fanfarroneando. Mateo parece el líder. Me encanta.
Hoy en clase, el profesor de Matemáticas nos puso por parejas y a mí me tocó con él. Casi me da un ataque cuando me preguntó por un problema que teníamos que hacer y no entendía. Noté como sus ojos se clavaban en los míos y apartaba el flequillo de ellos con un movimiento de cabeza. Fue increíble. Cuando el profesor se paseó por los pupitres para ver como íbamos, se paró a nuestro lado. Miró los dos cuadernos y los cogió. Mateo y yo nos miramos extrañados. ¿Por qué había hecho eso? Fue hasta su mesa, se sentó, y empezó a mirar nuestros cuadernos mientras poco a poco se le iba formando una sonrisa triunfal en la cara. Fue corriendo hasta nuestros pupitres, nos devolvió nuestros cuadernos y nos dijo que hablaría con nosotros al acabar la clase. Yo no entendía nada. ¿Por qué diría eso? ¿Habíamos hecho algo malo?
Al acabar la clase fuimos hasta su mesa y le preguntamos qué era lo que quería decirnos.
-¡Chicos, ese problema no lo consiguió resolver nadie excepto vosotros! ¡Era un truco para ver vuestro nivel! ¡Ese problema es de cuarto, no de segundo!- nos explicó radiante el profesor-. Y viendo vuestro potencial, ¿os gustaría formar parte del equipo de Matemáticas del instituto? ¡Os necesitamos para ganar el próximo concurso! ¿Que me decís?
Vi el rostro de Mateo con cara de no saber que hacer. Yo, la verdad, estaba igual.
-¿Os lo pensaréis y me lo diréis mañana en la hora del recreo?- intervino de nuevo el profesor.
-Sí, yo me lo tengo que pensar- dijo Mateo.
-Y yo- dije.
-Bien, pues hasta mañana- dijo el profesor.
Mateo y yo salimos del aula un tanto confundidos.
-¡Ese era el problema que yo no entendía y tú me explicaste!- me dijo Mateo-. El mérito es tuyo y no mío, pero es la primera vez que hago algo bien en Matemáticas.
-No te preocupes, yo tampoco tengo todo muy claro- respondí yo.
-Oye, ¿me ayudarías con las Matemáticas? ¡Necesito de verdad aprobar este curso, sino mi madre me mata!- me dijo él.
-Vale, te ayudaré- respondí yo haciéndome la que se hace de rogar-. Pero no sé como haremos con lo del equipo.
-Ni yo- me dijo él-. Si yo fuera se darían cuenta de que me ayudaste.
-Es verdad. ¿Y si les decimos que tenemos que estudiar mucho?- propuse.
-Vale, espero que cuele- dijo Mateo.
Los dos nos marchamos, cada uno por su lado y al llegar abajo me reuní con Carla. Le conté lo ocurrido y ella escuchaba interesada, hasta que al acabar dijo:
-Yo que tú no iría a ese equipo, es un rollo, me lo dijeron unas amigas que tienen unas primas allá. No te lo recomiendo.
-Pero si a las primas de tus amigas no les gusta, ¿por qué van?- pregunté yo.
-Eeehhh... No sé, son tontas- me dijo ella de forma insegura-. Vamos.
Y allí marchamos las dos. ¿Por qué me diría eso? ¿No quería que yo fuera por mi bien? ¿O sería por Mateo?

Demi Lovato: Skyscraper y Rascacielo

Hola de nuevo. Hoy traigo un vídeo de Demi Lovato, bueno, dos. Las dos versiones en inglés y español. Las pongo porque en cuanto las escuché, lloré. Me parecieron preciosas y quería compartirlas con vosotras. Primero pongo la versión en inglés:
Y ahora en castellano, esta sí me hizo llorar de verdad:

Espero que os haya gustado y hayáis pasado un buen rato.


Martes, 15 de septiembre

Hoy empecé el curso. Me llevó papá, y allí se encontró con su amigo y Carla. Papá me dio un beso de despedida y se marchó. Allí nos quedamos, Carla y yo, mirándonos, hasta que aparecieron sus amigas y se la llevaron. Allí me quedé sola, sin saber que hacer, hasta que sonó por megafonía:
-Los alumnos del primer curso que entren por la puerta principal, por favor.
Una marea de gente se dirigió hacia la puerta que indicó la mujer. A continuación anunció:
-Y los de segundo, por favor, que vayan a la sala de vídeo.
Me tocaba. También a Carla y a sus amigas. Las seguí para no perderme y me senté una fila detrás de ellas. A mi lado se puso una niña, esquelética, con un vestido azul de flores, y me saludó. Yo le devolví el saludo con una sonrisa forzada. Entonces, salieron dos profesores delante de los alumnos y la mujer, empezó a hablar:
-Hola chicos y bienvenidos. Mi nombre es María y soy una de las tutoras. Os voy a explicar lo que haremos en este curso...- y dio un discurso de unos quince minutos. Así que esa era mi profesora, según dijo la directora. No se sabía.
Cuando María acabó de hablar, sonó un aplauso forzado, sin ganas, y habló el hombre:
-Bien chicos, yo soy Fernando y soy otro de los tutores. Bien, por si no lo sabíais, cada año os mezclamos, y este no va a ser menos. Bien, iremos diciendo los nombres de cada clase. Cuando oigáis el vuestro, venid aquí y poneos detrás del tutor que os corresponde. Empecemos: para la clase de 2ºA, la tutora será Mónica. Los alumnos de esta clase serán: Antonio Martínez, Claudia Aguirre, Martín Pérez...- fue diciendo. Y cuando acabó esa clase, fue a decir la siguiente. Era la clase de María. Salieron bastantes nombres, el de Carla entre ellos, hasta que me llamaron a mí.
Me levanté, fui por el pasillo lo más rápido posible hasta llegar al grupo y colocarme. Siguió diciendo más nombres hasta que dijo uno que me llamó la atención: Mateo Fernández. Un chico rubio salió de la última fila y se encaminó hacia el grupo en el que estaba yo. ¡No me lo podía creer! ¡Era el chico del autobús! Casi me dio algo. Se colocó dos filas detrás de mí, y Carla, que estaba delante de mí, se giró y le miró. Parecía que le gustaba. Cuando acabaron de anunciar las clases y los tutores, nos condujeron a cada uno a su aula. Al llegar, María nos dijo que escogiéramos un sitio. Yo me senté en la tercera fila, y Mateo detrás de mí. Casi me da algo. El resto del día lo pasamos en clase hasta la hora de marcharnos. Yo cogí mi mochila y me fui a la parada del autobús. Mateo también estaba allí, y cuando llegó el autobús que me correspondía, subí y me agarré a una barra. Detrás fue Mateo y se sentó con un amigo un poco más atrás. Al volver a casa, me tumbé en la cama antes de ir a comer, Mateo, así que ese era su nombre. No sé, pero me había enamorado...

Yo te esperaré

Hola de nuevo. Hoy traigo una canción que me encanta. Mi mejor amiga y yo la escuchábamos en verano y llorábamos con ella, no sé por qué. La canción se llama "Yo te esperaré". Espero que os guste tanto como a mí:
La canción es de Cali & El Dandee. A mí me hizo llorar :)

Domingo, 13 de septiembre

Mi madre se ha vuelto loca con el dichoso instituto. Ayer me llevó de compras con ella para ir "toda guapa", como dijo ella. Estuvimos en siete tiendas hasta que se hizo tarde y fuimos a coger los libros que teníamos encargados. Mientras volvíamos, pasamos por delante del instituto. Parecía tan increíble como la primera vez que lo vi. Había un chico en la puerta, un chico que tenía más o menos mi edad. Cuando el autobús paró delante del instituto, pues había una parada, el chico levantó la cabeza y subió. Su cara parecía la de un ángel. Era rubio, y tenía un flequillo larguísimo que casi no dejaba ver sus ojos color caramelo. Después de pagarle al conductor, levantó la mirada y busco un sitio donde sentarse. Cuando miraba, noté que me miró. Se acercó al final del autobús para sentarse, y pasó a mi lado. Noté su perfume y se sentó justo detrás de mí. Estuve todo el camino intentando no hablar con mi madre ni hacer algún movimiento que me dejara quedar mal.
Llegamos a nuestro destino y bajamos del autobús. Nos encaminamos a nuestra casa y al llegar, mi madre corrió a enseñarle a mi padre todo lo que compramos. Yo subí a mi habitación y me tumbé en la cama. Saqué el ordenador. No paraba de pensar en ese chico que vi en el autobús. Puede que fuera del instituto. Y a lo mejor era de mi clase. Quién sabe. El mundo es muy pequeño. Puedes encontrar a una persona que no te esperas en el lugar más inesperado. Me conecté al correo y encontré a Claudia conectada. Empezamos a hablar y le conté lo del chico. Ella me dijo que podía ser verdad eso de que podía ir a mi instituto, ya que estaba esperando allí. Seguimos hablando de si podía ser o no, hasta que Claudia me dijo: "Por cierto, mi madre me dijo que podemos quedar este fin de semana en el cine. Sé que eso del instituto nuevo es un coñazo". Como no, le dije que sí y afronté mejor esto del nuevo instituto.
Hoy por la mañana preparé todos los libros y los cuadernos. Metí los lápices y los bolígrafos en el estuche y puse la ropa de mañana en la butaca. Ya estaba preparada para ir al nuevo instituto. Puede que de material, ¿pero yo?

Taylor Swift: You Belong With Me

Hola a todos. Hoy no traigo más historia. Quería publicar un vídeo de una canción de Taylor Swift que me encanta. Ya sé que es de hace mucho tiempo, pero me encanta y quería compartirlo con vosotros:
Dentro de poco publicaré más historia :)

domingo, 1 de abril de 2012

Martes, 1 de septiembre

Ayer tuve que acompañar a mamá al nuevo instituto a hablar con la directora. Tuvimos que entrar por la puerta principal y una señora (debía ser la portera) nos llevó hasta el despacho de la directora. Mi madre y ella empezaron a hablar. La directora (que dijo que se llamaba Patricia) le explicó a mi madre el funcionamiento del instituto. Le dijo también que a mí me correspondería la clase de María, y que mi clase estaría en la última planta. Le habló de que hay servicio de autobús y una cafetería por si los alumnos se querían quedar a comer. Mi madre escuchaba atenta, y contenta, y yo paseaba la vista por los distintos objetos que tenía la directora por ahí. Al final, la directora le dio a mi madre unas hojas de inscripción para que las trajera cubiertas cuando lo deseara, y luego nos acompañó por el instituto para enseñarnos todo. Tenían: piscina, cafetería, biblioteca, tres patios, pabellón y taquillas por todos los pasillos. Después de eso nos despedimos y nos fuimos.
Durante el camino de vuelta en el autobús, mi madre hablaba toda emocionada de lo bien que me lo iba a pasar si iba, de los amigos que iba a tener etcétera. Al llegar a casa, fue corriendo a hablar con mi padre y los dos se pusieron muy contentos por mí. Mientras tanto, yo estaba en mi habitación escuchando música y escribiendo en mi diario, cuando entraron los dos en mi habitación. Escondí mi diario a toda prisa debajo de la almohada de mi cama y apagué el reproductor. Me senté en la cama y mis padres también, uno a cada lado. Entonces, mi padre me dijo:
-Marta, mira, hemos decidido matricularte en ese instituto. Creemos que te dará muchas ventajas, y a nosotros también: está más cerca de casa y puedes ir tú sola, es más barato y allí tendrás muchos más amigos, además, tienes de apoyo a la hija de mi compañero, Carla, y a sus amigas. ¿Que te parece?
-Tiene buena pinta y eso, pero separarme de mis amigos...- empecé a decir yo.
.¡Ya! ¡Y os seguiréis viendo! ¡Pero tienes que entenderlo! ¡No encontraremos nada mejor!- me cortó mi madre.
-¿Seguro?- pregunté yo- ¿No haréis como soléis hacer y me diréis que me vaya con las otras y yo no quiero?
Creo que ahí pillé a mis padres. Se quedaron callados, se miraron, y al fin, mi madre dijo:
-Te prometemos que podrás quedar con tus otras amigas.
-Vale, entonces ya podéis firmar esa hoja- dije yo.
-Bien hija, entraste en razón- dijo mi padre-. Venga, hasta luego- me dio un beso y se marchó. Mi madre hizo lo mismo y también se fue.
Al fin sola. Saqué de nuevo mi diario y me puse a escribir. En mi cabeza había un lío tremendo, ¿y si no caía bien?, ¿y si pensaban que yo era una tonta?, ¿y si se reían de mí? Para saber todo eso habría que esperar. El curso empezaba el martes 15 de septiembre, habría que esperar a ese día. 

Sábado, 29 de agosto

Hoy me levanté tarde. Tenía sueño. Además, la idea de que tenía que empezar a hacer los deberes del verano me horrorizaba, pues estaba cansada y quería tirarme en el sofá, con el ordenador sobre las piernas, chateando con mis amigos. Por las 11 de la mañana, mi madre me llamó:
-¡Marta, ven! ¡Tengo que decirte algo antes de que vengan tus tíos!
Me levanté de mala gana. Se me había olvidado, ese día venían mis tíos a comer. Bajé las escaleras despacio y cuando llegué a la cocina, mi madre me dio un beso y me dijo:
-Marta, ¿que te parecería cambiarte de instituto?
Me quedé callada. ¿Cambiarme de instituto? Tendría que dejar a todos mis amigos y empezar de nuevo con otros, tendría que repetir la misma historia de nuevo. Sería empezar de nuevo y de cero.
-Pues...-tartamudeé- No sé, ¿por qué?
-Pues mira, porque un amigo de tu padre habló ayer con él y le dijo que había una plaza para este próximo curso en la clase de su hija, que tiene la misma edad que tú- me explicó mi madre.
-No lo sé mamá. Es algo difícil empezar de nuevo con otra gente- le respondí.
-Bueno, es que queríamos meterte ya. Es un sitio mil veces mejor y hay más compañeros. ¿Seguro que no quieres?- intentó convencerme mi madre-. Allí las instalaciones son mejores, hay más profesores y mucho más buenos. De hecho, la hija del amigo de tu padre está encantada.
Aquello tenía buena pinta. Si iba, me libraría del monstruo de mi profesor de Gimnasia, de Olga, la chica más pesada de mi clase, de Lola, la que me copiaba en todo... Pero también dejaría a mis mejores amigas, al chico que me gustaba...
-Vale, me lo pensaré- respondí-. ¿Cómo se llama ese instituto? Para buscarlo en Internet.
-Instituto de la Quinta Avenida.
-Vale, gracias mamá.
Me fui a mi habitación, cogí el ordenador y entré en la página del nuevo instituto. Era increíble. Las instalaciones eran geniales y había una sección de comentarios para los alumnos. La verdad es que dejaban bastante bien al instituto. Me lo iba a pensar.
Abrí el correo y encontré a mi mejor amiga, Claudia, conectada: "Hola Claudia" le puse, su respuesta fue inmediata: "Hola, ¿que tal estás?", empecé a contarle lo sucedido, cuando acabé, estuvo un rato sin poner nada, y al final puso: "Yo no quiero que te vayas, pero conociendo a tu madre, fijo que te vas, lo siento". Aunque no me hacía gracia tenía razón, así que me despedí de ella y me desconecté. 
Bajé las escaleras, y allí estaban mis padres, mis tíos y mi hermano.
-¡Hola Marta!- me saludó mi tía-. ¿Que tal estás?
-Bien- respondí muy seca.
-Creo que ya sé lo que es- intervino mi tío. Se acercó a mí y me susurró-. Es por el nuevo instituto, ¿verdad? Mira, conozco a tu madre desde que nació y sé que es tozuda como una mula y que si se le mete algo en la cabeza nadie se lo saca. Así que estás condenada a ese instituto.
¡Y cuánta razón tenía! Cuando se marcharon, mi madre me dijo que el lunes iríamos a hablar con la directora.

¡Bienvenidos!

¡Hola a todos y bienvenidos a mi blog! Mi nombre es Marta y os explicaré como utilizaré el blog. Verán, voy a hacer una historia, el diario de una chica que se tiene que enfrentar a todos los problemas que embarca esta edad. Me inspiré para hacer este blog en cosas que me pasaron a mí y quiero transmitir de alguna manera. Lo haré lo mejor que pueda y espero que os guste. Me gustaría que me dejarais vuestros comentarios para saber si lo leéis y si os gusta, si hay algo que no os gusta o darme consejos. 
¡Espero que os guste!